Por Xosé Luís Rivera Jácome (CIG)
La Confederación Intersindical Galega (CIG) lleva años tras la pista de las falsas cooperativas de la industria cárnica y de otros sectores laborales emergentes (como los Riders y algunos/as trabajadores/as del transporte o la industria textil), que basan su negocio en la explotación de miles de trabajadores/as. Un fenómeno al que denominamos “exclavitud 2.0”, por padecer unas condiciones laborales más propias del siglo XIX: sin horario fijo, con ritmos de trabajo salvajes, sin cobrar los descansos, con estricto régimen de sanciones, sin derecho a bajas, sin poder gozar de licencias retribuídas, etc.
Finalmente, tras más de cien denuncias presentadas por nuestra organización en la Inspección de Trabajo y en el Juzgado (por fraude en la contratación), la Autoridad Laboral acaba emitiendo una Resolución que obliga a SERVICARNE a dar de alta en el régimen general de la Seguridad Social a 5000 autónomos/as (falsos autónomos/as) en el conjunto del Estado Español, más de 1000 en Galicia. En una decisión sin precedentes, la Dirección Especial de la Inspección de Trabajo, con sede en Madrid, acaba de comunicarle a SERVICARNE dicha resolución. Esto obligará a las empresas a las que dicha cooperativa les cede trabajadores/as a tener que incorporarlos/as a sus cuadros de personal como empleados/as propios/as y con todos los derechos que tienen el resto de trabajadores/as, emplazando a alguna de ellas, como es el caso de FRIGOLOURO, del grupo COREN (uno de los mayores productores y exportadores del sector alimenticio de Galicia), a llevarlo a la práctica antes del pasado mes de noviembre. Todo el personal afectado por dicha Resolución podrá, además, reclamar con efectos retroactivos las cuotas que han abonado como autónomos/as desde hace cuatro años.
La Dirección Especial de la Autoridad Laboral que coordinó las Inspecciones de Trabajo de las provincias españolas con presencia de SERVICARNE contempla también la descualificación administrativa de falsa cooperativa, y es muy probable que sea sancionada por fraude en la contratación, aunque auguramos un largo proceso que seguramente llegará hasta el Tribunal Supremo.
Fue este un proceso largo, y en el que la movilización y resistencia de todo el personal resultó fundamental para lograr esta victoria. Desde el año 2016, en que comenzamos con las primeras asambleas de trabajadores/as, hasta ahora, la lucha fue constante, no solo en las instancias laborales y judiciales, sinó también en la calle. La primera huelga, de carácter indefinido, y secundada por más del 80% del personal, se llevó a cabo el 17 de marzo del 2016. Le siguieron otro tipo de movilizaciones, demandas e intermediación al gobierno gallego, represalias y despidos de personal por participar en la huelga (que, naturalmente, hicieron incluir entre las demandas su readmisión), apoyos de corporaciones locales, manifestaciones, concentraciones, …y posterior lucha contra COGAL y SERVICARNE por las presiones que, una vez conocida la Resolución, ejercieron contra sus falsos autónomos, para que pidiesen la baja en el régimen general de la Seguridad Social.
Con el desarrollo y resolución de este conflicto, solo queremos poner un ejemplo que sirva para hacer un llamamiento a toda la clase trabajadora a enfrentarse organizadamente contra los abusos del capital, a través de empresas fraudulentas, que someten a su personal a unas condiciones laborales abusivas y de explotación, y a que luchen en todos los frentes por la defensa de sus derechos. El Diálogo Social del que tanto se habla en la actualidad, no puede ser un fin en sí mismo, sinó un mero instrumento en el que cada parte debe poner sus armas sobre la mesa. Las empresas tienen el capital, nosotros la fuerza del trabajo, sin el cual no pueden llevar a cabo sus objetivos.
Tenemos por delante un futuro (ya presente) donde se está tratando de instalar esa mal llamada “economía colaborativa” que, disfrazada en la disculpa de los avances tecnológicos (que, en todo caso, deberán mejorar nuestras condiciones de vida), tratan de aprovechar la coyuntura para romper cualquier marco de relaciones laborales y basarse en las relaciones individuales con cada trabajador y, así, tener pista libre para explotar a un personal sin derechos y escasa capacidad organizativa como colectivo. Por eso valoramos muy positivamente la iniciativa de ALTER SUMMIT de celebrar ese encuentro de RIDERS de toda Europa en Bruselas el pasado mes de octubre, y estamos interesados en seguir participando.